No todas las preguntas tienen respuesta. Algunas preguntas tienen más de una, y otras tienen tantas como podamos imaginar.
Este libro plantea veinte interrogantes a la vez lúdicas y profundas. Las hay que nos hacen reír, y luego se asoman otras que ponen a prueba nuestros preconceptos, esas representaciones de las que partimos para asimilar los verdaderos conceptos. Pero lo más importante es que todas son preguntas abiertas, para las que no hay respuestas correctas ni incorrectas.
De lo que se trata aquí es de estimular la creatividad y de que lectores de todas las edades se diviertan imaginando mundos alternativos a partir de los dilemas e incógnitas que se les presentan. Desde luego, si algo se puede concluir de esta lectura es que las mejores preguntas siempre conducen a grandes historias.
Veinte preguntas cobra vida gracias a las ilustraciones de Christian Robinson, reconocido con el Caldecott Honor. He aquí una invitación, repleta de encanto, a participar, especular y pensar con espíritu crítico.