En el seno de las tendencias de la mística musulmana de los siglos IX y X, dos grandes movimientos se oponen fundamentalmente: la Vía de la reprobación y la Vía del sufismo. Los Malâmatiyya -los hombres de la reprobación- defendieron la opinión contraria a la mayor parte de las tesis y prácticas de los sufíes. Los hombres de la reprobación persiguieron con una lucidez implacable las formas más diversas y sutiles de complacencia y de exhibición espiritual. A sus ojos, la verdadera vida intrerior era "un secreto entre el Señor y el servidor". Para ellos el "yo" es aborrecible y todas las formas de complacencia e hipocresía un obstáculo en el progreso espiritual. Por esta razón exaltarán la virtud de la sinceridad energética y heroica, capaz, como la fe, de realizar milagros.