Si la sabiduría presentada en este libro no nace estrictamente en el bosque, sí que se dirige hacia él. En las upanisads encontramos ya articulada una dicotomía que jugará un papel muy importante en la religiosidad posterior de la India: el contraste entre la vida en la aldea y la vida en el bosque. Los que viven en sociedad, se casan, tienen descendencia, realizan los rituales de la religión establecida y contribuyen a la vida social de su comunidad no pueden escapar del ciclo de nacimiento y muerte propio de la transmigración de las almas, aunque sus obras hayan sido muy virtuosas, o quizá precisamente por ello. Los que, por el contrario, abandonan las ataduras sociales y viven entregados a la meditación en la espesura de la selva o se convierten en ascetas itinerantes, pueden escapar de la dolorosa rueda de la existencia y alcanzar finalmente la liberación. El título del libro, pues, se refiere implícitamente a esta paradoja: la sabiduría del bosque nace del hastío de la ciudad con el afán de reivindicar la dimensión no-social y trascendental del hombre.