Situado en el corazón mismo del monoteísmo y la cultura occidental, Moisés no es una figura de la historia, sino de la memoria, y como tal se convierte en el objeto principal de esta obra de Jan Assmann. Con increíble maestría, Assmann nos introduce en el mundo de los recuerdos, y nos muestra de qué forma se conservaron, modificaron o eliminaron los recuerdos relacionados con dos acontecimientos clave de la historia del antiguo Egipto: la revolución monoteísta de Akhenatón y la expulsión de los reyes hicsos que supuso el comienzo del Imperio Nuevo.
A través de las páginas de este libro, Assmann nos introduce en un mundo de recuerdos y traumas históricos del que surge una figura de Moisés enormemente rica en matices: educado en la sabiduría de los egipcios, legislador y creador del pueblo de Israel, seguidor de la revolución atonista de Akhenatón para unos, líder de un grupo de leprosos para otros, sabio para casi todos.
No es éste un libro sobre el Moisés histórico, sino sobre cómo mantuvieron vivos sus recuerdos sobre Moisés dos pueblos enfrentados, pero con un origen común, Egipto e Israel, un viaje al interior de la memoria de los pueblos que nos puede ayudar a entender, incluso, algunos de los conflictos más arraigados en el mundo actual.