En el inicio del nuevo milenio, el ser humano ha traspasado un umbral decisivo: la supervivencia de la especie requiere urgentemente una conciencia planetaria que integre en sí el cuidado, la solidaridad y la disposición a compartir la vida y los bienes de la Tierra. En este conciencia, que coincide con el final del ciclo histórico del patriarcado, alienta la necesidad de un nuevo nacimiento de la humanidad desde la integración del principio masculino con el femenino.
Los dos textos que forman este libro son una buena muestra de esa complementariedad. Su origen primero está en el encuentro de Rose Marie Muraro con Leonardo Boff en los años setenta. En esa década nacieron en Brasil, en las manos de los autores, los dos movimientos sociales más importantes del siglo XX: el movimiento feminista y la teología de la liberación. Incluso recorriendo caminos distintos, y desde sus discusiones en torno a la sexualidad y la política del cuerpo, ambos ven en las relaciones de género el suelo nutricio en el cual pueda arraigar un orden social menos violento y más justo y solidario