En febrero de 2013 una noticia sorprendió al mundo entero: el papa, Benedicto XVI, renunciaba al pontificado, algo que no ocurría desde hacía seis siglos. Después vino el cónclave y, finalmente, el 13 de marzo de 2013, la elección: el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio pasaba a ser el papa Francisco, el primer pontífice latinoamericano y también el primer jesuita que sucedía a san Pedro. En este ensayo, riguroso y a la vez urgente, el autor expone el legado intelectual de Benedicto XVI, de gran profundidad y hondura filosófica —y no siempre correctamente interpretado—, y aborda los grandes desafíos que se le plantean a la Iglesia hoy, además de analizar la figura del nuevo papa, cuyo talante empieza a vislumbrarse. El objetivo también es contestar a varias preguntas cruciales: ¿Tiene futuro la Iglesia en nuestro tiempo? ¿Cuál es su misión en un mundo en ruinas? ¿Es creíble como institución? ¿Tiene capacidad para detectar las palpitaciones de nuestra sociedad y para responderlas de un modo eficiente? Y, sobre todo, ¿es posible salvar el divorcio entre Iglesia y modernidad? Una reflexión incisiva e informada sobre el legado de Ratzinger, su histórica renuncia y los retos del papa Francisco y de la Iglesia en el siglo XXI.